inútil como un supositorio de sabor a fresa, increíble como un deshollinador de culetes...

la comida esta fría, dejala en la ventana a ver si se calienta...que bohemio es todo.

sábado, 3 de abril de 2010

Lo que cualquiera podría haber pensado

¿Vanidad? La vanidad es la falsa moneda que solo sirve a un imbécil para pagarse a si mismo. Cuando uno se llena de autoalabanzas delante de los demás, en la mayoría de los casos solo se cree él lo que esta diciendo…pero la inteligencia de los oyentes los lleva simplemente, a usar la misma moneda consigo mismos. Entonces podemos decir que: “la vanidad es la moneda con la que un imbécil compra su orgullo”.
No hay dinero más socorrido que este, pues puedes acudir a él cuando no tengas motivos reales para enorgullecerte de ti mismo, pero su valor será meramente ilusorio. Solo estando uno en soledad, apartado de sus compañeros de compra (los que no necesitan esta moneda, son secretamente envidiados por ellos), se dan cuenta de lo vacía que esta su cabeza, y de los pocos motivos que tienen para sentir amor por si mismos. Este es el motivo por el cual los más imbéciles suelen soportar más difícilmente la soledad, que los condena a divertirse con los juguetes que tienen en su cabeza (vacía).
Claro ejemplo de este absurdo y vanidoso orgullo, es el que podemos ver por ejemplo, en la ruptura de una relación (tanto da una relación amorosa, como una amistad). Encontrándonos con inútiles “He sido yo quien ha decidido cortar” o cualquier frase del estilo, carente de verdadera importancia, que solo alimenta nuestro “orgullo”, sobretodo cuando a parte de una afirmación vana, es una afirmación falsa.
Me gustaría puntuar, en un tipo de orgullo, también propio de quien no tiene nada de lo que enorgullecerse de su propia personalidad como puede ser el nacionalismo o cualquier tipo de sentimiento patriótico. Una persona carente de personalidad, la toma prestada de un colectivo al que pertenece no por merito propio, sino por nacimiento… ¿Qué hay de razonable en esto? Quien critique esta afirmación, no esta empleando la razón, sino sentimientos movidos una vez mas por nada mas y nada menos que la vanidad. Sea como sea, no podría hacerles cambiar de opinión en ningún momento pues: No se puede cambiar una opinión con razones, si esta no se funda en razón alguna.
Cuando se alimenta el orgullo con vanidad, este desarrolla una cierta adicción y por ello cada vez necesita más vanidad para mantenerse. Siempre termina por explotar…y vuelta a empezar.
Sonrían, es gratis…de momento.