inútil como un supositorio de sabor a fresa, increíble como un deshollinador de culetes...

la comida esta fría, dejala en la ventana a ver si se calienta...que bohemio es todo.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Poema en prosa en una sola linea.

De la imposibilidad de rellenar un cerebro a base de meter carne en una vagina.

jueves, 19 de agosto de 2010

De hace tres años.

Llegue a casa a las 6 de la mañana, pude ver que mi madre me había dejado un perrito caliente encima de la mesa, curioso, perrito caliente, frío.
Lo metí enseguida en el microondas, 1 minuto. Volví a la sala de estar, encendí la tele y me senté. El microondas emitió ese ruidillo tan agradable que hacen cuando acaban.
Una manera increíblemente absurda para darme cuenta de lo rápidos y abundantes que son los minutos, y que manera mas fructífera tengo de tirarlos a la basura.

Necesito que me lo corrijan

Sentimiento y el ser inteligente

En todo ser dotado de razón, aparecen los sentimientos sustituyendo al instinto en medida que la inteligencia es mayor. Los seres racionales no precisan del instinto para su supervivencia tanto como el ser irracional (animal común) lo haría. El instinto es la herramienta mediante la cual la naturaleza se encarga de que el animal carente de razón obre como ha de hacerlo para asegurar la supervivencia de la especie. Por ejemplo, a una leona no se le podría explicar (o mejor dicho no podría razonar, dada su inteligencia) el por que habría de cuidar esta de su cría, y por ello la naturaleza dota a esta especie con el instinto para que obre como es debido para llegar a dicho fin. Con esto podemos sacar que los animales solo pueden tener sentimientos en medida equiparable a su nivel de razón.
Por otro lado, el ser racional no precisa del instinto para su supervivencia, pues este puede comprender perfectamente como ha de actuar para seguir adelante. Al estar dotado de razón, el ser inteligente correría peligro si no estuviesen sus acciones orientadas por el sentimiento que sustituye al instinto (lo cual no seria completamente exacto pues el instinto sustituye tanto como la razón como al sentimiento). El sentimiento no indica que acción ha de hacerse, pero si da un objetivo y las impulsa.
De no ser por los sentimientos el ser inteligente no podría sustentarse porque la razón pura (hablamos de razón pura cuando esta carece del impulso del sentimiento , siempre en el ámbito teórico ya que en el practico siempre intervienen tanto la inteligencia como el sentimiento en mayor o en menor medida) no encontraría razón alguna para querer asegurar su existencia y mucho menos la de la especie y por ello, si decimos que los sentimientos actúan como somnífero para esta acción de la razón en cuanto al ámbito de la busca de un porque, si podemos decir que estos atan al individuo pensante a la vida y lo mantienen temeroso del fin de esta y con ello, la naturaleza asegura una vez mas las supervivencia de los seres vivos.
Con esto podemos decir, que mientras más irracional es un animal, mas fuerza tiene el instinto y cuando más racional y por ende, inteligente, mayor es el peso del sentimiento que se encargue de regular dicha capacidad de pensamiento objetivo en sus acciones. Por ello, los más inteligentes serán siempre los que mayores males espirituales sufran, aunque aparentemente puedan estar menos afectados que otros seres también dotados de inteligencia pero en menor medida, que son más fuertemente abatidos por los problemas derivados del sentimiento. Este abatimiento ha de ser falso, ya que también cuanto mas inteligente, mayor es la capacidad para sobrellevar los problemas y encontrar soluciones a ellos.
Teniendo todo esto en cuenta, podemos decir abiertamente: Los sentimientos son el medio mediante el cual la naturaleza nos esclaviza atándonos a la vida.
La supresión del sentimiento es imposible en cualquier ser racional, ya que incluso la intención de suprimirla, ha de estar movida por el sentimiento mismo. Lo único que esta en la mano del ser racional es delimitar el ámbito de actuación de los sentimientos, pero quedando siempre la razón subordinada a dicho empuje. Por ello el sentimiento ha de ser siempre medio de la naturaleza para asegurar la vida, pero nunca guía directa para los actos, pues todo acto a pesar de estar impulsado por el sentimiento ha de estar conducido por la razón. Es decir, el sentimiento puede darnos el fin, que es la vida, per nunca la conducta para vivirla.

viernes, 11 de junio de 2010

Estudio antropológico usando la palabra polla en una ocasión

Martita llama a Carlitos y le insiste en quedar, que se queda sola en casa, que no habrá nadie. Ya habían hablado de esto, y con las cartas sobre la mesa, se puede decir que Martita llama a Carlitos porque quiere que este meta su polla en su vagina. Un ratito, engañando a los instintos que les dio la naturaleza, haciéndoles un apaño, que por un momento estos se calmen, como si lo que estuviesen haciendo tuviese en verdad fines reproductivos. Carlitos esta aparentemente sano, es alto, es fuerte, es moreno y tiene los dientes blancos. Es apto para perpetuar especie, sería bueno que en el futuro hubiese más Carlitos rondando por ahí. Y por todo esto, Martita llama a Carlitos.


Martita tiene la regla desde hace 3 años, y simplemente por esto otro, Carlitos va a quedar con ella.

sábado, 3 de abril de 2010

Lo que cualquiera podría haber pensado

¿Vanidad? La vanidad es la falsa moneda que solo sirve a un imbécil para pagarse a si mismo. Cuando uno se llena de autoalabanzas delante de los demás, en la mayoría de los casos solo se cree él lo que esta diciendo…pero la inteligencia de los oyentes los lleva simplemente, a usar la misma moneda consigo mismos. Entonces podemos decir que: “la vanidad es la moneda con la que un imbécil compra su orgullo”.
No hay dinero más socorrido que este, pues puedes acudir a él cuando no tengas motivos reales para enorgullecerte de ti mismo, pero su valor será meramente ilusorio. Solo estando uno en soledad, apartado de sus compañeros de compra (los que no necesitan esta moneda, son secretamente envidiados por ellos), se dan cuenta de lo vacía que esta su cabeza, y de los pocos motivos que tienen para sentir amor por si mismos. Este es el motivo por el cual los más imbéciles suelen soportar más difícilmente la soledad, que los condena a divertirse con los juguetes que tienen en su cabeza (vacía).
Claro ejemplo de este absurdo y vanidoso orgullo, es el que podemos ver por ejemplo, en la ruptura de una relación (tanto da una relación amorosa, como una amistad). Encontrándonos con inútiles “He sido yo quien ha decidido cortar” o cualquier frase del estilo, carente de verdadera importancia, que solo alimenta nuestro “orgullo”, sobretodo cuando a parte de una afirmación vana, es una afirmación falsa.
Me gustaría puntuar, en un tipo de orgullo, también propio de quien no tiene nada de lo que enorgullecerse de su propia personalidad como puede ser el nacionalismo o cualquier tipo de sentimiento patriótico. Una persona carente de personalidad, la toma prestada de un colectivo al que pertenece no por merito propio, sino por nacimiento… ¿Qué hay de razonable en esto? Quien critique esta afirmación, no esta empleando la razón, sino sentimientos movidos una vez mas por nada mas y nada menos que la vanidad. Sea como sea, no podría hacerles cambiar de opinión en ningún momento pues: No se puede cambiar una opinión con razones, si esta no se funda en razón alguna.
Cuando se alimenta el orgullo con vanidad, este desarrolla una cierta adicción y por ello cada vez necesita más vanidad para mantenerse. Siempre termina por explotar…y vuelta a empezar.
Sonrían, es gratis…de momento.

jueves, 11 de marzo de 2010

Acerca del efecto laxante

Hablando con mi compañero, camarada y amigo, le he comentado acerca el efecto laxante que los blogs pueden llegar a tener en las personas/gilis que escriben aquí (donde cariñosamente me veo incluido desde hace 3 publicaciones o 10 minutos), en la que liberan toda la mierda acumulada y sin acumular en forma de palabras. Quizá y solo quizá esta sea la parte más líquida de la alegría de mi intestino, y puede que haya soltado ya lo más grueso.

Ahora, así, sobre la marcha, se me ha ocurrido contaros cual es, según yo y mi culo, la gran lacra de mi ciudad. Resumiéndolo en una sola oración: la gran lacra de mi ciudad, son las personas con paraguas y gran parte de los que no.

Esto nos deja pocas personas que no sean un montón de jeringuillas con sida (donde cariñosamente me veo incluido desde hace 3 publicaciones y 12 minutos, por paralelismo en lo que a los paréntesis se refiere, no por otra cosa).
Ahora es cuando justifico mi posición ideológica, tan respetable como cualquier otra, mediante una narración como haría el mismisisisisimo José Cadalso:

Hallándome yo en día soleado, caminando por las hermosas calles de A Coruña, una nube asoma dejando caer ligeras y livianas gotitas de llovizna, que pronto, digievolucionando en gotarrones como lagrimas de leviatán, empezarán a empapar mis preciosos cabellos negro azabache.
Miraba a mi alrededor y veía gente con paraguas, mas gente con paraguas...hasta hace unos minutos hacia sol...pero bajaron sus paraguas.
¿Cual sería mi reacción? La obvia, arrimarme a los edificios para guarecerme de la meada de los ángeles puñeteros. Ese fue el preciso instante en el que me di cuenta de como era la gente. No por el simple hecho de que nadie que se dirigiese en mi misma dirección se ofreciese a taparme con su precioso paraguas, era de esperar que nadie lo hiciera, ni yo mismo...soy vergonzoso. Lo que realmente provoco una conmoción en mi, fue ver a la gente que caminaba en la dirección contraria, los que venían de frente...con sus paraguas.

No contentos de ir con paraguas y mirarme con cara de "mira que en un día como este, no bajar paraguas" o "debería prostituir a su madre para comprarse un paraguas" o "yo tengo paraguas y tu tienes un gato mojado en la cabeza", se arrimaban como si les fuese la vida en ello, a los edificios que a duras penas me resguardaban. Las varillas amenazadoras de sus paraguas, no se elevaban ni un centímetro a mi paso, soy joven, me tengo que apartar para que la "obesaseñora" (dotada, gracias a su paraguas, de un aspecto de seta de Mario Bross), pueda empapar en sus bragas lo que no empapa en su cabeza.

Y esto es por lo que odio mi ciudad.

PD: Señoras que se levantan de la toalla en la playa, solo van al mar para mear.

Se me agotaron los besos

Estoy aquí movido por la envidia. Todo el mundo tenía un blog superinteresante.
Personas que no saben ni atarse los cordones parecían "auténticos" intelectuales escribiendo cosas superprofundas en el blog.
Quería unirme.
He leído blogs y mas blogs, y en el 99% no he podido leer mas que mamonadas semejantes a las mías. Lo peor no ha sido leer basura, ha sido leer los comentarios de la gente intentando ligarse a esa basura, cortejarla, darle jabón, dejarla bien limpita para poder hacerle el amor y tener hijitos "mierda" con ella.
Pero yo digo, que no es momento de matizar con nuestros comentarios, ahora es el momento de parir.

Os quiero hijos míos.

PD: no compren a Matutano solo por sus tazos